Situada en la costa norte de la provincia de Alicante, Dénia es la capital de la comarca de la Marina Alta. La Dénia que hoy conocemos está formada por muy diversas culturas.

Íberos, romanos, musulmanes y cristianos dejaron un rastro que podemos descubrir a través de monumentos, museos, restos arqueológicos y barrios.

Sin olvidar sus playas o el incomparable Parque Natural del Montgó, una vez que descubras los secretos del casco histórico, la iglesia de la Asunción o el Museo Etnológico, lo mejor es que dirijas tus pasos hacia uno de los símbolos más icónicos de esta bella población, el castillo de Dénia.

Se respira historia en cada rincón de la ciudad. ED

Asimismo, el centro histórico es el mejor ejemplo de esta herencia ya que alberga edificios de especial interés. Siguiendo el camino del centro histórico se puede ascender hacia el castillo y descubrir sus torres, muros y, por supuesto, el Museo Arqueológico.

Una visita al castillo

Esta fortificación de origen musulmán andalusí se remonta a los siglos X y XI. En la alcazaba está la Torre del Mig, el más significativo de los accesos al recinto. Datada en el siglo XI, esta torre tiene una notable calidad arquitectónica con dobles arcos de herradura y alfiz.

También en la alcazaba está el Portal de la Vila, el ingreso más importante. Tras la conquista de Dénia por Jaume I en el año 1244, los espacios del recinto cambian de uso y acogen el Palau, el Castell y la Vila.

En el albacar, el recinto inferior, se instala, en el año 1308, la Vila de Dénia, mientras que la alcazaba, con el Palau Vell, se transforma en la ciudadela. En la parte alta del castillo está el Museo Arqueológico de Dénia, que cuenta con cuatro salas correspondientes a las épocas ibérica, romana, musulmana y cristiana.

Destaca el balsamario que representa al Dios Mercurio (siglo II a.C), la colección de bronces islámicos o las cerámicas andalusíes de producción local o importadas.

Su castillo es de origen musulmán andalusí. ED