Un 30 de octubre de 1910, en la localidad de Orihuela nacía Miguel Hernández. Años después, la ciudad se posiciona como sinónimo de cultura e historia.

Y es que, visitar la localidad donde creció el poeta Miguel Hernández es una ocasión ideal para descubrir nuevos lugares y realizar una inmersión en el universo del famoso escritor.

A través de inmuebles como la Casa Natal o la Casa Museo de Miguel Hernández, Orihuela acerca a sus visitantes la experiencia de conocer en mayor profundidad cómo vivió el poeta durante su infancia y juventud.

El centro histórico de Orihuela ofrece infinidad de lugares que visitar como el Claustro de la Catedral. ED

Asimismo, la ciudad también cuenta con la Ruta Miguel Hernández, a través de la cual se visitan otros lugares significativos de la vida del escritor como el Colegio Diocesano Santo Domingo, el Casino Orcelitano o el Seminario Diocesano de Orihuela, entre otros.

Más allá de Miguel Hernández

A pesar de que conocer la vida y el entorno de Miguel Hernández es uno de los mayores reclamos para visitar la ciudad, Orihuela ofrece infinidad de posibilidades más.

Palacio Episcopal de Orihuela. ED

Recorrer su casco antiguo tranquilamente mientras encuentras monumentos religiosos como el Palacio Episcopal, la Iglesia de Santiago, la Catedral de Orihuela o el Santuario de Monserrate es una buena forma de establecer la primera toma de contacto con la ciudad.

Sumergirte en estas construcciones, y en especial en el Claustro de la Catedral, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, es toda una experiencia que evoca al pasado y te transporta a tiempos remotos.

Siguiendo con el recorrido, detrás del Santuario de Monserrate se encuentra el Museo Arqueológico de Orihuela, el cual conserva en su interior una de las esculturas religiosas más peculiares de la provincia.

Denominada como La Diablesa, esta figura sorprende por ser el único paso de Semana Santa que tiene prohibida la entrada a la iglesia por albergar en ella una representación del diablo.

La casa de Miguel Hernández, convertida en museo, permite conocer mejor la vida del poeta. ED

Otros museos o monumentos que merecen una visita en la ruta por Orihuela son el Museo Fundación Pedrera, ubicado en el Palacio Sorzano de Tejada, y el Real Monasterio de la Visitación y de Santa María, así como el museo al aire libre Murales de San Isidro.

Este último consiste en una serie de murales para los cuales se utilizan las paredes de las calles de la ciudad como lienzo. Desde 2012, artistas locales aportan su talento y, cada mes de marzo, crean nuevos diseños pictóricos.

Para finalizar la visita a la ciudad, qué mejor que terminar con la mejor panorámica de Orihuela. Sube hasta el Mirador del Seminario y disfruta de un atardecer de ensueño mientras contemplas cómo se esconde el sol tras las montañas que componen la Sierra Orihuela.