Olocau, situado en el Camp de Túria, disfruta de una oferta turística en la que destaca el yacimiento íbero de El Puntals dels Llops, un asentamiento del siglo V a. C. ubicado en una de las estribaciones meridionales de la Sierra Calderona. El asentamiento ostenta una muralla y una torre que lo definen como una pequeña fortaleza de 960 metros cuadrados. La estructura interna del poblado es sencilla y funcional: se trata de un conjunto de 17 habitaciones que se abren a una calle central que recorre longitudinalmente todo el asentamiento.

Está ordenado con una calle central, a un lado las viviendas de la derecha, que presentaban pocos restos debido a su escasa profundidad, y a la izquierda, y apoyados en la muralla, las viviendas con más restos y mejor conservados. Por los objetos encontrados, una de estas viviendas seguramente hacía las funciones de santuario y otras estaban dedicadas a las actividades de tejer, moler grano, extracción de minerales como la plata y el plomo y a la vida doméstica.

Las casas del Puntal dels Llops, algunas de ellas apoyadas en la misma muralla a la cual le daban más altura, representan el primer rastro de vivienda humana en la localidad de Olocau. Estas casas tenían las cubiertas formadas por un entramado de ramas y barro, se orientaban hacia un lado y contaban con palos de madera como elemento de apoyo.

Los muros se levantaban sobre un zócalo de piedras, completado con «atacona» de barro. La piedra, la madera y el barro eran los materiales de base. Las puertas, de un metro de ancho, se abren al muro de la fachada. Las llaves de hierro encontradas demuestran la existencia de un trabajo especializado de forja aplicado a la construcción.

Los muros se enlucen, se encalan y pueden pintarse de tonos negros, azulones, rojizos o con motivos geométricos. Los bloques de piedra están ligeramente desbastados y solamente los ángulos de los muros de la torre muestran una elaboración más cuidadosa.

 

La Iglesia de la Virgen del Rosario

Pero Olocau tine muchos más atractivos. Por ejemplo, la iglesia de la Virgen del Rosario (S. XVIII), la casa de los Condes de Olocau, la Casa de la Senyoria del Comtat y el Castillo del Real, una antigua fortificación musulmana de carácter defensivo del siglo XIII, que junto con otros castillos próximos formaba la defensa de la zona norte de València.

La localidad ofrece unos interesantes restos del acueducto romano en l’arquet, que gozan de un muy buen estado de conservación.

Por su excelente enclave geográfico, Olocau cuenta con diversos itinerarios de senderismo. En todos ellos se puede encontrar vegetación, minerales y fauna. Cada uno es un paisaje y cada piedra guarda una historia. En todos se encuentra presente el paso del hombre y de su trabajo. Todos ellos pueden inspirar la vida de una época.

Destacan fuentes como la Carrasca, del Fraile y de la Salud, a los pies de la peña Alí Maimó, el símbolo más representativo de Olocau.