El mar ha marcado la historia de Santa Pola. Desde el siglo XVI, el castillo-fortaleza y las torres vigía protegen a la población de los piratas berberiscos.

Este municipio turístico y pesquero destaca por la excelencia de sus playas, sus paseos marítimos, su paisaje y una rica gastronomía mediterránea. Ingredientes a los que se suman unas bonitas puestas de sol que permiten a sus visitantes almacenar en sus retinas grandes imágenes y realizar instantáneas de calidad.

Asimismo, Santa Pola ofrece diversidad de opciones para pasar un día de verano ideal y no necesariamente en la playa. Por ejemplo, realizar una excursión al Faro de Santa Pola con la que disfrutar de espectaculares vistas, conocer las salinas y el Museo de la Sal, caminar por el paseo marítimo y ver llegar a los barcos con sus capturas o recorrer las fortalezas y torres defensivas de la infraestructura costera de Santa Pola: el castillo-fortaleza y las torres Atalayola, Escaletes y la vigía del Tamarit. Todas ellas conforman el patrimonio BIC del municipio.

El acuario más antiguo de la Comunitat Valenciana. ED

Además, también puedes disfrutar de fantásticas panorámicas desde los cuatro miradores más increíbles de Santa Pola: el mirador Torre Escaletes, Torre Tamarit, el del Faro y los miradores de Gran Alacant.

Y si eres de los que le gusta descubrir la historia de cada lugar que visita, puedes conocer los Restos Arqueológicos del Portus Illicitanus y la Casa Romana del Palmeral, construida en el siglo IV d.C., así como visitar el Museo del Mar, el cual se encuentra en el castillo y se presenta como una exposición monográfica centrada en tres temas: la prehistoria, los íberos, el puerto romano y la historia del castillo-fortaleza.

En definitiva, una amplia y variada oferta turística apta para todos los gustos y edades, así como para todo el año.