Enclavado entre el Maigmó, “el balcón de Alicante”, y la Peña Roja, Tibi es un pueblo pequeño y tranquilo de casas blancas. Su situación geográfica lo hace muy interesante para el turismo de montaña, que busca el sendero y la tranquilidad.

El pueblo merece un recorrido a pie por sus tranquilas calles y su sosegado ambiente.

El visitante puede subir hasta la plaza de España y puede comprobar la calidad de las aguas en su fuente. Al final de la calle El Carreret tendrá una bella vista panorámica del castillo.

En la parte alta del pueblo están los parques y jardines como el de la Alameda, el de la Era del Teular, la Glorieta y el Paseo de la Santa María Magdalena, en cuyo final se encuentra la ermita a ella dedicada.

Además, este pueblo de montaña también resalta por sus Fiestas Mayores en honor a la patrona la Magdalena, con vaquillas y procesiones.

Pantano de Tibi. NANDO JS

Asimismo, el municipio dispone de un pantano declarado Bien de Interés Cultural muy conocido. Se trata de uno de los mayores tesoros patrimoniales de la provincia de Alicante, donde es muy habitual realizar rutas para conocerlo y pasar el día disfrutando al aire libre.

Tras entrar en funcionamiento en el año 1594, esta colosal infraestructura hidráulica se convirtió en una de las mayores construcciones de la época gracias a su presa de arco de 46 metros de altura.

Castillo de Tibi. ED

En cuanto a su castillo, forma parte del patrimonio cultural de Tibi, se construyó en el siglo X durante la dominación islámica y su recinto es uno de los más grandes de la provincia. También es una de las mejores opciones para el turismo activo.