Ubicada entre El Campello y Benidorm, la Vila Joiosa defiende otro tipo de turismo, más discreto y relajado. Este pueblo marinero es historia, naturaleza y mar. Cada una de las civilizaciones que han pasado por esta tierra ha ido dejando sus huellas.

Y es que, la Vila Joiosa es la capital histórica de la comarca de la Marina Baixa. Ello explica la gran cantidad de monumentos y lugares de interés cultural y natural con los que cuenta y que están organizados en 12 rutas.

Hace 2.700 años se levantó en esta zona la octava colonia fenicia de la Península Ibérica, la situada más al norte, ubicada bajo el casco antiguo de la Vila Joiosa.

Del cementerio de Les Casetes se conservan piezas extraordinarias de esta época en Vilamuseu: una de las colecciones de joyas de oro más importantes de España, huevos de avestruz decorados u objetos egipcios como la cantimplora de Año Nuevo de la Dinastía XXVI.

Solo estas ya valen una visita a Vilamuseu aprovechando sus visitas guiadas en castellano, valenciano e inglés.

Desde el mar se puede ver el arcoíris que forman las fachadas de colores. ED

Vilamuseu también expone destacados objetos griegos y etruscos procedentes de los cementerios de Casetes y de Poble Nou, los de mayor longitud y duración de la Península Ibérica.

Pero además, si vas a la Vila es imprescindible realizar un recorrido por su casco antiguo, uno de los mejor conservados de la Comunitat Valenciana, con sus famosas casas de colores, sus imponentes murallas renacentistas y una de las tres iglesias-fortaleza góticas de la provincia.

Es también obligada la visita a la Casa-Museo de la Barbera dels Aragonés, que dispone de una magnífica colección de vajillas, vestidos, pavimentos y objetos de artes decorativas de los siglos XVIII y XIX; al Museo Valenciano del Chocolate, de Chocolates Valor; y a las fábricas de chocolate Clavileño y Gaspar Pérez, que tienen colecciones visitables.