La infinidad del Mediterráneo y su riqueza marcan la esencia de Peñíscola, una localidad en la que el sabor de la gastronomía marinera supone una seña de identidad inequívoca y atemporal de la que disfrutar en cualquier época del año, que la convierte en un destino de sabor.

Tradición y modernidad se conjugan en un delicioso recetario, fundamentado en los productos autóctonos, frescos y de calidad, un auténtico tesoro que los pescadores recogen a diario para que la magia de los fogones de los casi 400 restaurantes del municipio deleite a los comensales con propuestas capaces de cautivar a propios y ajenos.

Productos autóctonos, excelencia y personalidad se plasman en recetas tradicionales y actualizadas.

Puerto y lonja, el corazón de deliciosos platos

El puerto pesquero de la localidad y la lonja son el origen de una deliciosa oferta gastronómica, en la que joyas del mar como el langostino, la galera, el pulpo, el caragol punxenc (con Denominación de Origen de Peñíscola), la cigala y el pescado fresco (doradas, lubinas, etc.) y el marisco, inician su camino para protagonizar platos con personalidad propia y sabores exquisitos.

Pescados y mariscos se combinan con productos de la tierra conformando deliciosas recetas. BARTOMEU ROIG

Las embarcaciones de pesca artesanal de trasmallo, en verano, constituyen en un elemento clave en la riqueza de Peñíscola, cuya misión primordial es abastecer a los establecimientos de restauración locales y a la propia lonja de estos manjares autóctonos. Su maridaje con los frutos de la tierra y arroces, multiplican exponencialmente las opciones de disfrutar de una cocina, con espíritu marinero, que aboga por la sostenibilidad y la proximidad, garantizando al máximo la excelencia de los ingredientes y las elaboraciones.

La pesca artesanal de trasmallo abastece la lonja y muchos establecimientos de restauración. marta lunatic

La también llamada Ciudad en el Mar conserva la esencia gastronómica de pueblo marinero y ofrece a los amantes de la buena mesa el placer de degustar platos como el suquet de peix, el all-i-pebre de rape, remescló, el arrosejat o su olleta típica y diferentes variedades de arroces al abrazo de su casco antiguo, repleto de historia, y también a lo largo de sus cinco kilómetros de playa, acariciados por la brisa del mar.

Los restaurantes emplean los mejores productos de la tierra para elaborar platos irresistibles, de calidad y proximidad. B. ROIG

Un recetario atemporal

La gastronomía es, por tanto, uno de los principales alicientes de Peñíscola. Prueba de ello es que la localidad "propone una cita con la gastronomía autóctona prácticamente para cada estación del año, con producto de temporada y elaboraciones singulares con las que conocer y reconocer el recetario tradicional renovado, incluyendo las innovaciones de nuestros chefs", manifiesta el alcalde, Andrés Martínez. Entre algunas de estas citas figuran las Jornadas de la galera el langostino y el arroz, Jornadas del mar y la huerta, Jornadas del pulpo de lonja, Jornadas de la cocina tradicional, etc.

El pulpo es uno de los protagonistas de una de las jornadas gatronómicas peñiscolanas.

Las propuestas culinarias de Peñíscola, constituyen el complemento perfecto a sus playas y nuestro patrimonio histórico y arquitectónico, fusionándose hasta convertirse en parte esencial de estos y de su cultura, como prueban su Plato de Cine, una iniciativa en la que los comensales pueden aplicar los cinco sentidos en una experiencia culinaria singular e inimitable, con la realización de la visita turística a los escenarios que han sido protagonistas en las películas Calabuig, El Cid y París Tombuctú, y las series Juego de Tronos y El Chiringuito de Pepe, y la degustación de platos vinculadas a las mismas.

No hay nada mejor que disfrutar de sus cuidados platos de la gastronomía marinera peñíscolana en la ciudadela o en cualquiera de las calles estrechas y empedradas que constituyen lo más preciado del pueblo, o disfrutando de las vistas del mar Mediterráneo y de sus olas llegando a la costa

,