Turismo

Explorar Onda entre torreones y calles empedradas

El municipio invita a descubrir su historia a través de los tesoros que la adornan como el Castillo o la Ermita

El Castillo de Onda sumerge al visitante en un pasado cargado de historia y tradición.

El Castillo de Onda sumerge al visitante en un pasado cargado de historia y tradición. / Mediterráneo

R. D. M.

Onda

En el corazón de Castellón, Onda se alza como testigo vivo de siglos pasados. Sus monumentos, crisol de culturas y épocas, narran la historia de un pueblo que ha resistido el paso del tiempo con majestuosidad y encanto. Desde las callejuelas empedradas hasta los torreones que se alzan hacia el cielo, Onda es un destino que despierta la curiosidad de aquellos que la visitan.

En el corazón histórico de la ciudad, el fervor religioso y la grandiosidad arquitectónica se fusionan para sumergir al visitante en un viaje en el tiempo lleno de esplendor y devoción. La imponente Iglesia de la Asunción se alza majestuosa, como un faro de fe en el siglo XVIII. Sus muros, testigos de los siglos, resguardan tesoros artísticos como el Retablo de San Antonio y Santa Bárbara de Juan de Juanes, cuyas pinceladas nos transportan a épocas pasadas de esplendor religioso. Reconstruida sobre las ruinas de una antigua iglesia en 1727, su fachada narra historias de fe y resiliencia, testimonio vivo del poder de la devoción.

No muy lejos, la Iglesia de la Sangre se erige como un monumento a la reconquista. Construida por los caballeros templarios en el siglo XIII, sus arcos góticos y su interior de estilo mudéjar sumergen en la transición entre dos mundos, dos épocas. Cada piedra cuenta una historia de valentía y resistencia, recordando el legado de aquellos que lucharon por sus creencias.

Ermitas

La Ermita del Salvador, capilla del siglo XVIII dedicada al patrón de Onda, el Santísimo Salvador, acoge a los fieles en un espacio que invita a la reflexión. Y en lo alto de un cerro, la ermita de Santa Bárbara custodia secretos ancestrales. Su construcción del siglo XV desafía al tiempo, invitando a senderistas a explorar sus misterios.

Pero la historia de Onda no se limita a sus monumentos religiosos. Sus calles empedradas y plazas históricas hablan de un pasado rico en cultura y tradición. La Plaza del Almudín o Font de Dins, testigo del bullicio y la vida cotidiana de antaño; el Portal de San Pedro, que recuerda tiempos de fortaleza y protección, o la Torre de la Presó, rehabilitada como recurso histórico y cultural. Y coronando la ciudad, el imponente Castillo de Onda recuerda la grandeza de un pasado glorioso.

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