Fue todo un espectáculo ver correr ayer a toda máquina y con las bandejas llenas a 80 camareros de Ginebra, que competían para ver quién llegaba más rápido en una carrera (en la foto) en la que debían cubrir 1.600 metros sin derramar ni una sola gota. La cita reunió en la ciudad suiza a numerosos curiosos para ver el espectáculo.