Nunca una braguita había dado tanto que hablar. En Rusia se ha abierto un debate entre los partidarios del tanga y sus detractores. Los primeros (en la foto) se manifestaron el pasado sábado en Moscú, frente al Kremlin, en defensa de la prenda de lencería. Los que se oponen a su uso alegan que la braga incide en el declive de la población rusa.