Con la sonrisa grande y la melena oscura, la novia de Leo Messi, Antonella Roccuzzo, parece una Pocahontas que lo abraza con ternura. "Nos conocimos cuando teníamos 6 o 7 años", recuerda Leo. Y para delinear un perfil de su vida, que será publicado en la revista peruana Etiqueta Negra, no se detiene a contar que Antonella tiene su misma edad (22 años), ni que estudia Nutrición. Va directo a lo que le parece importante: "Es la prima de mi mejor amigo, Luca Scaglia. Con él jugábamos en Newell´s y muchas veces yo me quedé a dormir en su casa".

¿Y ahí se enamoró? "Siempre me gustó. Y estuve años sin verla. Hasta que la volví a encontrar y empezó la relación", responde Leo, y se le escapa una mueca de ganador humilde. Llevan un año juntos. ¿Piensan en casarse? "Es demasiado pronto. No me siento preparado", asegura Leo, con el tono relajado del que enfrenta las ilusiones con sabia prudencia.

Además, este verano, Leo se fue de vacaciones a Disneyworld con toda su familia. "Más que nada por mis sobrinitos, mis primitos y mi hermana", aclara. Sin embargo, después confiesa que él también estaba cumpliendo un sueño --otro más-- de su infancia. "Yo quería conocer Disney desde que era chico. Y por fin, se dio", explica Leo. Este verano volvió a Barcelona una semana antes de acabar sus vacaciones. "Tenía ganas de empezar a entrenar. Necesitaba una buena pretemporada porque ahora, encima, está el Mundial las eliminatorias y necesito estar bien".