Un nuevo capítulo se escribió ayer en la turbulenta historia de la familia Thyssen. Un juez de Alcobendas (Madrid) formalizó la imputación contra Borja, su esposa, Blanca Cuesta, y el abogado de la pareja, Pedro Mejías, por delitos de descubrimiento y revelación de secretos en relación a la presunta obtención ilegal de unos documentos en el domicilio de Carmen Cervera.

Este proceso nace a raíz de la querella presentada por la baronesa, el pasado noviembre, contra su hijo, su nuera y el letrado de ambos. Los documentos judiciales revelan que los imputados entraron en las oficinas de la baronesa, en marzo del 2009, para examinar documentación privada y acceder a un ordenador que contenía otro tipo de información. "Salieron con documentos y archivos que consideraron de su interés", señala el juez en su escrito.

Borja pretendía aclarar con esos papeles qué parte del legado de su padre le corresponde. El magistrado dará traslado de las diligencias al ministerio fiscal y a la acusación "para que en 10 días formulen escrito de acusación, solicitando la apertura de juicio oral o bien el sobreseimiento de la causa". De Cervera depende que se inicie ahora un proceso judicial contra su díscolo vástago.