Cinco consejos de experto para recuperarte de una semana de fiesta

Hay épocas del año que se caracterizan por los excesos. En Navidad, nos hinchamos a base de turrones y comidas abundantes. En otras ocasiones, alteramos nuestros horarios de sueño, trasnochamos y adquirimos hábitos nocivos para nuestra salud como beber en exceso, fumar o dejar de hacer ejercicio.

Después de dias de disfrutar, es momento de volver a la rutina, y eso puede ser abrumador tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente. En una semana hemos tirado por los suelos todas nuestras rutinas, nuestros hábitos saludables y nos hemos atiborrado de alimentos grasos y alcohol. En un día es difícil volver a la normalidad, por eso es conveniente seguir algunos consejos que nos ayuden a superar el cansancio que afectará a nuestro cuerpo durante unos días.

Hidrátate

Después de una semana de fiestas, en la que has consumido una gran cantidad e alcohol, el cuerpo está deshidratado.

Beber agua es fundamental para reducir los efectos de la resaca, pero también puedes añadir electrolitos, que te ayudarán a aumentar la hidratación. Puedes alternar el agua con bebidas deportivas, o añadirle limón y sal al agua para añadirle sabor y ayudarte a reponer lo que tu cuerpo ha perdido.

Las infusiones suaves también son una gran opción para ayudarte a añadir un poco de hidratación extra. Además, algunas como el té de jengibre o la manzanilla pueden ayudan a calmar el estómago y ayudarte a recuperar la digestión.

Whatsapp ya te permite saber si tu mensaje ha sido leído por una persona distinta al destinatario original

Duerme lo suficiente, pero sin exagerar

Tu cuerpo ha estado en modo de fiesta, y probablemente hayas tenido muchos momentos de exaltación y pocas horas de descanso. Además de la necesidad de volver a regular tus horas de sueño, deberás recuperar la energía para volver a la rutina en las mejores condiciones posibles.

Lo mejor es que intentes volver a tener una rutina de sueño regular, y descansar las horas suficientes. Intenta acostarte temprano de nuevo, y levantarte pronto para empezar bie el día. Aunque sea tentador, evita dormir todo el día. Puede que haga que te sientas mejor un rato, pero provocará un sensación de cansancio mayor cuando te despiertes.

Aliméntate con comidas ligeras y reparadoras

Tu cuerpo necesita nutrientes para volver a funcionar bien después de una semana de excesos y de malos hábitos. Opta por comidas ligeras y nutritivas, como sopas, ensaladas acompañadas con algo de proteína y frutas.

Aunque puede que te apetezcan, es mejor que evites los alimentos grasos o demasiado procesados. Consumir este tipo de comida puede aumentar la sensación de pesadez.

Si te apetece algo dulce, evita la bollería, y en su lugar consume frutas ricas en vitamina C, como naranjas o kiwis. Son perfectas para darle un empujón a tu sistema inmunológico.

Reactiva tu cuerpo

La tentación más habitual es la de quedarse en el sofá para reponer fuerzas, pero esto puede provocar el efecto contrario: que aumente la sensación de cansancio. Lo mejor es intentar recuperar la actividad física poco a poco. Puedes empezar con movimientos ligeros. Esto te ayudará a reactivar tu metabolismo y mejorar tu estado de ánimo. Además, te dará energía progresivamente para moverte cada vez más.

Un paseo por el parque, estiramientos suaves o incluso una sesión de yoga te ayudarán a sentirte con más energía. Evita el ejercicio intenso hasta sientas que tu cuerpo se haya recuperado completamente.

Asegúrate de que estás cotizando correctamente a la Seguridad Social: comprueba aquí

Vuelve gradualmente a tu rutina

No trates de regresar de golpe a tu rutina. La clave es la transición. Planifica tus tareas de forma que puedas aumentarlas progresivamente. Prioriza lo más urgente y trata de empezar el día con una pequeña victoria. Organizar tu espacio puede ser una buena forma de volver a retomar el control de tu día a día. También puedes intentar hacer una lista de cosas pendientes para recordar en qué punto te habías quedado antes de la semana de fiestas. Es importante no presionarte demasiado y darle tiempo a tu cuerpo y mente para volver al ritmo habitual.