Mónaco anda revolucionada con la noticia de la inminente boda del príncipe Alberto con la nadadora surafricana Charlene Wittstock, la mujer que desde hace dos años le acompaña a todos los actos oficiales. En las últimas semanas, los rumores arreciaron hasta llegar a fijar la fecha del enlace para este septiembre. Algunos medios como la revista Point de vue han publicado que hoy, día del 50° cumpleaños de Alberto, se anunciaría oficialmente el compromiso.

La rumorología se ha intensificado de tal manera que ayer el propio Alberto de Mónaco se vio obligado a desmentir que vaya a casarse en septiembre. "El palacio desmiente la información publicada por la revista Point de vue", señaló el soberano en un escueto comunicado.

Las noticias sobre la boda real se intensificaron desde que la escultural deportista surafricana comenzó a acudir a acontecimientos mediáticos junto al hijo de Rainiero y Grace Kelly, como por ejemplo el pasado octubre, por el 25° aniversario de la muerte de la actriz estadounidense en accidente de coche.

También avalan las hipótesis de la boda la renuncia de Charlene a participar en las Olimpiadas de Pekín y la filtración de que recibe clases de protocolo y formación en la fe católica.

En varias ocasiones, Alberto ha manifestado que se casaría para dar un heredero al Principado, pero que esperaría a encontrar a la mujer ideal. Los monegascos creen que el príncipe debería sentar la cabeza y les encanta Charlene, porque se parece físicamente a Grace Kelly.

Alberto tiene dos hijos reconocidos pero ninguno de ellos tiene derechos hereditarios al trono, aunque sí sobre su fortuna. La estadounidense Jazmin Grace, de 17 años, es fruto de una relación esporádica de verano, y a Alexandre, de 5 años, lo tuvo con una azafata togolesa.