Como ocurre con todas las estrellas nacidas en internet, la imagen del preso Jeremy Meeks se ha desvanecido tan rápido como se propagó. Hola y adiós. Este ascenso y caída ha estado patrocinado por algunos medios estadounidenses que, mientras unos se hacían eco de su criminal atractivo, otros, como el portal TMZ, se han encargado de recopilar fotografías personales anteriores al arresto y que tratan de mostrar su sospechoso estilo de vida.

Un debate mundial

Desde que el departamento de policía de Stockton, California, publicase en Facebook las fotos de cuatro reos detenidos, entre ellos Meeks, por delitos graves, miles de usuarios (y usuarias) de todo el mundo iniciaron una discusión sobre los límites de la moralidad en internet.

Mientras un sector admiraba su belleza --llegando incluso a intentar ponerse en contacto con él-- la otra mitad del planeta ponía el grito en el cielo. La deshumanización que trae consigo internet nos lleva a convertir a una persona que está en la cárcel en un simple 'hashtag' o en un ingenioso meme. “Ella (la esposa de Meeks) está muy furiosa. Su marido está allí (en prisión), y la gente se lo toma a broma, pensando que es divertido hablar de su aspecto”, declaró un amigo del matrimonio a la cadena CBS Sacramento.

Otro argumento en contra del fenómeno Meeks es que se trata de un criminal con cinco cargos por posesión de armas y ello, en principio, no debería suponer un atractivo extra. Pero no es la primera vez que esto ocurre. En el 2010, los hombres también cayeron ante la mirada de la prisionera Meagan Simmons, tal y como ha recogido “The Huffignton Post”, convirtiéndola en una marioneta de las redes. Pero a pesar de que "sentí invadida mi intimidad", dijo Simmons al diario, "me planteé posar para Playboy. Es una oferta que no podría rechazar". El tiempo dirá qué lugar ocupará Jeremy Meeks en la inestable memoria de internet.