Juan Diego Botto ha cruzado el charco y ha debutado en la televisión estadounidense con la serie 'Buena conducta',una ficción que, en palabras del propio actor, tiene "una evidente ironía: una alcohólica, que toma drogas y ladrona y un asesino a sueldo son tus protagonistas y los vas a querer". Botto ha presentado este martes, 25 de octubre, su primera aventura americana, que el canal de pago TNT estrena oficialmente en España el mismo día que en EEUU: el próximo martes 15 de noviembre.

"Son dos marginales. La buena conducta tiene dos lecturas: estos personajes están intentando sólo ser normales, encajar, pero ellos no están hechos para la sociedad en la que viven. Lo van a intentar. La serie se cuestiona qué es la bondad", comenta el actor bonaerense, protagonista de 'Martín (Hache)' o 'Historias del Kronen', sobre su rol y el de Michelle Dockery. Ella, célebre por 'Downton Abbey', protagoniza junto a Botto 'Buena conducta', cuyos 'showrunners' son el creador y el guionista de 'Wayward Pines', Chad Hodge y Blake Crouch.

"Ha sido una gran experiencia, un personaje inquietante, sorprendente", ha dicho Botto sobre su personaje, Javier Pereira, un asesino a sueldo meticuloso que entra en la vida de Letty Raines (Dockery). "Ambos buscan su sitio de pertenencia", aclara sobre ambos roles.

'Buena conducta' comienza con Letty siendo despedida del trabajo, algo que no impide que siga su doble vida como ladrona profesional. En uno de estos hurtos, sin embargo, oye una conversación que atañe a Javier, quien debe a matar a la esposa de un cliente. Esto trastocará la vida de Letty, quien tiene que visitar a su agente de la libertad condicional, dado que estuvo presa por sus adicciones, de las que quiere escapar para recuperar a su hijo.

"La serie se centra en la relación entre ellos, es una historia de amor retorcida entre dos caracteres complejos. Y cada asesinato tiene consecuencias y se siguen estas consecuencias", aclara Botto, que especifica: "Javier, aparte de matar por dinero, es un buen tipo".

El propio actor admite que, normalmente, cuando hace cine o teatro, sabe dónde acaba su personaje. Sin embargo, en 'Buena conducta' ha sido diferente. "Arranco el personaje sin saber realmente quién es. Su contradicción es esa: en los demás aspectos de su vida intenta tener una conducta moral respetuosa con las leyes y las instituciones, pero hay ese otro espacio en su vida donde le pagan por matar gente. No es un psicópata, no encuentra un placer en ello: es sólo su trabajo. Una dicotomía irreconciliable", comenta como quien comprende todo el trote que le ha llevado a esa vida.

PRIMERA VEZ EN EEUU

"Esta era la primera vez que me enfrentaba a una serie en EEUU y prácticamente la primera vez que me enfrentaba a una serie en general", ha aclarado el intérprete, cinco veces nominado al Goya, cuatro de ellas en categorías de interpretación. Eso sí, se apresura a decir que nunca ha cerrado las puertas a rodar una serie en España. "La diferencia fundamental entre las producciones de allí y de aquí se limita al dinero", expone Botto, quien también atestigua que"los guionistas, presentes no solo en el proceso creativo, sino también durante el rodaje, tienen más tiempo para trabajar, los directores más tiempo para preparar y los actores más tiempo para ensayar".

De ahí que, según él, haya tenido un gran "vínculo con Chad [Hodge], que siempre estaba ahí para responder las dudas, y una relación magnífica con Michelle [Dockery, la protagonista]", con quien pasó un 'test de química' en Los Ángeles delante de 25 ejecutivos para conseguir el papel, que en ese momento podía no ser de habla hispana.

El idioma, empero, no ha sido un problema, dado el bilingüismo del actor, aunque tuvo que redoblar las pocas escenas del piloto en las que habla en español de la Península, pues los guionistas le habían creado una subtrama relacionada con Argentina. "Chad no entendía que sonaba distinto: a ellos les suena igual desde México a Tierra del Fuego".

GRAN MOMENTO

Aunque reconoce que el éxito de 'Buena conducta' "dependerá de las audiencias y comentarios críticos, como en todos sitios", Juan Diego Botto no esconde que tiene energía y cuerda para rato. "Este es el momento en el que estoy. Actuar es mi trabajo y mi pasión. Si sale bien, puedo pasarme cinco o seis meses al año rodando 'Buena conducta' y el resto del tiempo aquí, escribiendo", reconoce el intérprete, de 41 años.

El propio actor matiza que su última obra de teatro, 'Un trozo invisible de este mundo', dirigida por Sergio Peris-Mencheta, "fue una experiencia maravillosa a la que entregué tres años", por la que obtuvo diversos galardones, entre los que destacan los Premios Max de Teatro a Mejor Actor y Mejor Autor Revelación para el propio Botto y el Premio Max a Mejor Obra del año.