En los 90 se convirtió en un ídolo adolescente gracias a su papel de Hobie Buchannon, el hijo de Mitch Buchannon (David Hasselhoff) en la serie 'Los vigilantes de la playa'. Pero hoy en día, a sus 36 años, Jeremy Jackson se ha convertido en un muñeco roto por culpa de su adicción al alcohol y las drogas. Hace dos años, el actor protagonizó un grave altercado en el que apuñaló a una mujer en un brazo, una pierna y la espalda tras discutir con ella en la calle. Al parecer, la pelea se produjo después de que el actor tratase de robar el coche a la víctima.

Jackson fue condenado a 270 días de cárcel y cinco años de libertad condicional. El intérprete que dio vida al pequeño socorrista llegó a un acuerdo con la fiscalía y ha visto reducida la pena a 161 entre rejas, aunque también tendrá que acudir a medio centenar de sesiones deAlcohólicos Anóminos y otras tantas para controlar su ira. También tendrá que demostrar que se mantiene alejado de las drogas, informa el portal TMZ.

EMPEZÓ CON 6 AÑOS

El actor, que comenzó en la industria con solo 6 años, tras protagonizar un anuncio para Mattel, hizo públicas sus adicciones en el 'reality' 'Celebrity Rehab with Dr. Drew'. "El estigma de estrella infantil es una de esas cosa casi imposibles de explicar", afirmó en el 2011. "Fui criado por una madre soltera. Nunca conocí a mi padre. Era un adicto a las drogas", contó en el programa.

Con solo 10 años consiguió el papel de Hobie Buchannon. Trabajó en la serie durante nueve años, hasta 1999. "Había una parte de Hobie que era muy similar a mí, un niño surfista criado por un solo padre, travieso...".

DINERO Y DROGAS A ESPUERTAS

Sin embargo, 'Los vigilantes de la playa' le reportaron fama y también mucho dinero. "Probablemente gané dos o tres millones con 'Los vigilantes de la playa'. Disponía de todos los medios para destruirme a mí mismo, un montón de dinero, y cantidad de gente de a mi alrededor que no eran realmente mis amigos. Pero yo pensaba que sí lo eran, y así es como me liaron y empecé a descender", ha contado a la revista 'People'. Así, durante el rodaje de la serie cayó en las drogas. Algo que incluso le enfrentó a su 'padre' en la pequeña pantalla, Hasselhoff, que trató de disuadirlo para que dejara la mala vida.

Marihuana, cocaína, metanfetamina... El cóctel sacó finalmente a Jackson de la serie, y dejó de ganar dinero a espuertas. Así es que empezó a cocinarse él mismo su propio cristal. "Tuve que aprender de algunos mafiosos, pero no vendía, solo era para mi uso personal", ha explicado.

A los 19 fue detenido por primera vez. La policía le pilló en una redada antidrogas y él llevaba encima todo lo necesario para prepararse metanfetamina. Le acusaron de posesión con intención de vender. Luego, un tiempo en rehabilitación (el primero de tantos).

Intentó volver a la actuación, previo paso por otro 'reality', 'Confesiones de un ídolo adolescente' (2009), en el que se contaban las miserias de siete estrellas adolescentes que, tras visitar el infierno, trataban de recomponerse y reconstruir sus carreras.

EL NUEVO STALLONE

"Yo quería ser el próximo Sylvester Stallone", contó en 'Celebrity Rehab'. Así que del gimnasio y los entrenadores pasó a los esteroides, píldoras e inyecciones de hormona de crecimiento humano. Un paseo por su cuenta de Instagram muestra las dimensiones estratosféricas de sus músculos:

En el 2015 le expulsaron de 'Gran Hermano'. Se emborrachó y se fue a vomitar al baño. Allí otro concursante trató de ayudarle y él se enfadó y le quitó su bata.