Las primeras invitaciones de la boda entre el príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle, valen su peso en oro, se puede decir sin mucha exageración. Ya han sido enviadas a cerca de 600 personas, según anunció el Palacio de Kensington, y aparte del valor social de poseer una, están hechas sobre papel británico con tintas dorada y negra de fabricación norteamericana. El enlace, que se celebrará el próximo 19 de mayo, contará con 2.640 invitados, de los que 1.200 serán ciudadanos de a pie de todos los rincones del Reino Unido.

De las otras 1.440 personas que se darán cita en la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, 200 provendrán de organizaciones benéficas, cerca de 100 procederán de escuelas locales, 610 serán miembros de la comunidad del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, y 530 llegarán de distintas casas reales.

COMO GUILLERMO Y KATE / Las tarjetas, que han sido creadas por la firma Barnard Westwood, quienes ya realizaron las de la boda del príncipe Guillermo y Catalina, presentan un diseño dorado con tinta negra americana sobre papel de fabricación inglesa. «Su alteza real el príncipe de Gales tiene el placer de invitarle a la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle en la Capilla de San Jorge en el castillo de Windsor el sábado 19 de mayo de 2018», reza la tarjeta.

Las invitaciones se han enviado en el nombre de Carlos, príncipe de Gales y padre de Enrique, y permitirán también, a quienes las reciban, acudir a una recepción en el Castillo de Windsor ofrecida por la reina. Precisamente, la reina dio el pasado día 15 su consentimiento al enlace de su nieto con Markle, requisito que forma parte de un requerimiento legal para validar la unión de cualquiera de las seis primeras personas en la línea de sucesión al trono británico.

MÁS DETALLES / Poco a poco se van conociendo los detalles de la boda real, como que la tarta, hecha a base de pastelería orgánica, será de limón y flor de saúco, y que Markle ofrecerá, junto a Enrique, un discurso a los asistentes al festejo. Mientras tanto, Enrique y Meghan van cumpliendo con su agenda. Ayer iniciaron una visita a Irlanda del Norte, como parte de la gira que efectúan por todo el Reino Unido antes de su boda. La primera parada de la pareja les llevó a la prisión del Maze, situada al sur de Belfast y conocida por albergar prisioneros paramilitares durante el pasado conflicto en la región.

Reconvertida ahora en un complejo para la mediación internacional de conflictos, Enrique y Markle fueron recibidos en el ahora llamado Eikon Centre por unos 2.500 jóvenes de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, con los que participaron en un evento de paz y reconciliación.

El nieto de la reina Isabel II y la actriz estadounidense visitaron después en la capital del Ulster el centro turístico Titanic Belfast, ubicado en los astilleros en los que se construyó el malogrado transatlántico. A continuación siguió un almuerzo en un típico pub de Belfast, en un intento más por introducir a Meghan, vestida con un abrigo de color crema y una falda verde, en las costumbres sociales y culturales de las diferentes partes del Reino Unido. Antes de su enlace, la pareja de novios continuará visitando otras zonas del país, en un periplo en el que ya han recorrido ciudades como Edimburgo (Escocia), Cardiff (Gales) o Birmingham (Inglaterra).