Aspirantes a cazar a un soltero de oro de la lista de 'Vanity Fair', tachen ya a Fernando Fitz-James Stuart Solís-Beaumont, 28 años, duque de Huéscar y futuro duque de Alba y de otros 50 títulos imposibles de memorizar. El nieto favorito de la difunta Cayetana, el único que apareció en su testamento y al que legó el Palacio de Dueñas -porque, dijo, "es tan sevillano como yo y sabrá cuidarlo como nadie"- se casa con Sofía Palazuelo -"una chica estupenda y encantadora", según la canónica revista 'Hola!', o "la joven que no sonríe", en opinión de 'Vanitatis'-, una 'it girl' de 26 años, experta en márketing que ha trabajado para Óscar de la Renta y Carolina Herrera en Nueva York.

El enlace tiene todos los elementos para ser el 'evénément' del año. Glamur a porrillo, alcurnia a más no poder, regalos carísimos, invitados con apellidos que no caben en el tarjetón y unas gotas de angostura: a saber, Cayetana de Alba ya no está y la abuela materna, Isabel Martínez Campos, tampoco; los Reyes no irán, el padre del contrayente y los tíos se llevan regulero y la madre y madrina, Matilde Solís, arrastra el pesado fardo de los presuntos abusos de su psiquiatra y la escalofriante tentativa de suicidio con escopeta.

LIRIA, NO SEVILLA

Todo eso ocurrirá en el Palacio de Liria, residencia de los Alba en Madrid y sede de la fundación que timonea Carlos Fitz-James Stuart, el titular -de momento- de toda la grandeza posible. En Liria, que tiene los jardines históricos privados más grandes de la capital y hasta un cementerio de mascotas, durmió Victoria Eugenia, Yves Saint Laurent celebró un desfile y se reunieron las directivas del Barça y el Athlétic antes de la final de la Copa del Rey del 2012.

Y la suerte es que los invitados y organizadores no son pelagatos, porque entre sus paredes no solo hay 'fra angélicos', 'goyas', 'velázquez' y 'picassos', también un 'Quijote' de 1605 y el último testamento de Fernando el Católico, cosa que pondría muy tenso a cualquier anfitrión que no iguale en cámaras de seguridad a Fort Knox.

Con todo, los jóvenes no han tenido que tomar ansiolíticos. Han navegado tranquilamente en verano por el Mediterráneo y han celebrado las preceptivas despedidas de solteros -él en Tel Aviv y ella, en Marruecos-, confiados de que los preparativos estaban en buenas manos. De la novia se encarga la 'couturiere' Teresa Palazuelo, tía de la contrayente. (A Fernando, que es duque de Huéscar, seguramente le tocará ir -pobre- con el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, ese rojo que lleva charreteras y botones dorados tan poco sexi y que tan mala suerte dio a su padre y a su tío Cayetano Martínez de Irujo).

Ciboulette prepara las viandas. Y las 'wedding planner' son Paola y Marina Herrera, hermanas y socias de A-típica, que saben poner en el orden correcto la pala de pescado y la copa de manzanilla porque, emparentadas como están con el fundador de Sotogrande -reserva universal de los muy ricos-, lo han interiorizado en casa.

Fuentes cercanas a los novios aseguran que será una ceremonia íntima -todo lo íntima que puede ser, habida cuenta del batallón de tíos y primos- a la que no faltarán los 'best friends' Tomás Terry, Jorge de Rojas Villavecchia, Pedro Merry del Val, Enrique Moreno de la Cova... Vista la puesta de largo de la prima Tana (Rivera), la hija de Eugenia Martínez de Irujo, es fácil adivinar que la noche acabará en un 'mix' de flamenquito y taladro 'dijei', que siempre contenta a todas las generaciones.

A PIE, AL TRABAJO

No ha trascendido el destino de la luna de miel, pero sí que se mudan cerca de Liria, donde el joven, después de hacer su rodaje laboral en entidades bancarias, trabaja con su padre en la administración de la montaña de bienes que posee la familia. Tiene una belleza particular Fernando y no es de los que ha ido de fiesta y se ha pasado de rosca. Ser aplicado, consciente de 'su-responsabilidad-histórica' y devoto de la Hermandad de Los Gitanos están entre las virtudes que lo decoran.

La primaria, en el Santa María de los Rosales, donde estudió el Rey; luego interno en el St Martin’s Ampleforth, en Inglaterra; más tarde, la carrera de Derecho y Negocios en Londres, un máster en Dirección de Márketing en el CIS de Madrid y, para rematar el currículo, ampliación de estudios en una universidad de Massachusetts, donde conoció a su novia. Y en sus ratos libres, se decanta por entretenimientos de la 'upper class' como montar a caballo y navegar.

También es de suponer que le gusta un poquito el arte, porque su padre, el duque, ha tenido el gusto de no regalarle una centrifugadora de ensaladas ni un tigre gigante de cerámica, sino que ha optado por un Renoir de verdad. Se trata de 'Busto de mujer con sombrero de cerezas', valorado en más de 300.000 euros, aunque en el tormentoso año 2015 hubo un intento de venderlo y un ricachón norteamericano ofreció un millón.

Hay consenso en que Fernando huye del famoseo, pero sus íntimos dicen que tiene un humor muy parecido al de Cayetana de Alba. Igual si se suelta un poco el engominado, acaba poniéndose flores en el pelo y le vemos bailando descalzo.