La líder de las "insurgentes" latinas en Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que se convirtió el pasado verano en la congresista más joven de Estados Unidos con tan solo 28 años, viene alertando del deterioro del planeta y de los peligros del cambio climático.

La congresista es una de las caras jóvenes del Partido Demócrata, y una de sus particulares luchas son las consecuencias de no tener en cuenta el medio ambiente. "El mundo terminará en 12 años si no abordamos el cambio climático", dijo hace unas semanas durante un evento en el que pedía medidas drásticas para reducir las emisiones de carbono.

En esta línea, su último discurso en el que desliga esta preocupación de las élites, se ha hecho viral. En él, explica cómo son las clases bajas las más perjudicadas por estos problemas.

El medio ambiente es una preocupación elitista? Ella pone su propio caso como ejemplo, recordando que hace solo un año era camarera en un restaurante de tacos en Manhattan y que hace apenas un mes que ha conseguido un seguro de salud. "No se trata de un debate elitista, es sobre calidad de vida", explica indignada.

"Quieren decir a la gente que su deseo de un aire limpio y agua limpia es elitista? Díselo a los niños del sur del Bronx, con las tasas de asma infantil más altas del país", recalca, poniendo otros ejemplos como las familias de Flint con niños con plomo en la sangre que daña su cerebro para el resto de sus vidas, o la gente que se está ahogando bajo el agua y que no va a recuperar sus ciudades. La gente está muriendo, y la respuesta al otro lado del pasillo es una enmienda cinco minutos antes de una audiencia de índice de datos", añade con mucho enfado.

Para concluir, advierte de que está hablando de una crisis nacional: "Mientras la gente muere, aquí estamos viendo cómo apoyar a las petrolíferas. Esto es sobre las vidas, y la ciencia no debería ser partidista. Es una crisis nacional".

En noviembre, la Casa Blanca descubrió que los impactos del cambio climático se están sintiendo en todo el país con fenómenos meteorológicos "extremos". Pero pese a estos informes, Donald Trump mantiene que la intervención del hombre no ha provocado esos cambios en el clima.