Mes y medio después de su muerte, el pasado 8 de septiembre, las cenizas de Camilo Sesto ya están depositadas en el cementerio de Alcoy junto a las de sus padres, tal como él quería. Numerosos fans y vecinos dieron ayer el último adiós al cantante en su localidad natal y algunos hasta se atrevieron a entonar Perdóname o Vivir así. En su memoria habrá también en la localidad alicantina un museo que tiene previsto abrir en el 2021 y en el que se podrán ver sus trajes, sus letras, sus discos de oro y también los cuadros que pintó. La urna con sus cenizas, junto a una enorme fotografía del artista, estuvieron ayer expuestas en el salón de plenos del Ayuntamiento alicantino. También se dispuso un libro de condolencias. «Deja un legado impresionante, que será recordado por muchos años», dijo el hijo del cantante y heredero universal de su fortuna, Camilo Blanes Ornelas. «Las cenizas de mi padre estarán con mis abuelos, cerca de donde están ahora», precisó el joven de 35 años, hijo de la relación del artista con la mexicana Loudes Ornelas, que también acudió a Alcoy.

«Mi padre estaría impresionado con el cariño que ha recibido de los alcoyanos, de España y del mundo entero», comentó ante una nube de cámaras y micrófonos. El hijo del artista, su tío Pepe Blanes y el resto de familiares coincidieron en el ayuntamiento. «El reencuentro ha sido bonito», reconocía Camilo Blanes, pese a los rumores de que la relación de su padre con la familia no era idílica. El administrador y hombre de confianza de Camilo Sesto en los últimos años, Cristóbal Hueto, también acudió al acto. Él supervisará las piezas que se exhibirán en el futuro museo, que se instalará en un inmueble ya exitente en esta localidad de 60.000 habitantes.

«Mi idea es vivir aquí, en Madrid, e ir a México para cumplir con los trabajos que vayan saliendo. Aquí soy el responsable de muchos intereses que tengo que defender», explicó también Camilo Blanes, que ha anunciado que quiere relanzar su carrera como cantante y que no descarta cantar composiciones de su padre a modo de homenaje.

El consistorio y la familia organizaron un acto sobrio, sin discursos, solo una despedida al rey de la canción melódica. La ciudad natal de Camilo Sesto ya le otorgó hace tres años el título de hijo predilecto y la medalla de oro del Ayuntamiento.