La Justicia ha hablado y su veredicto es que Harvey Weinstein es un agresor sexual. Tras cerca de 20 horas de deliberaciones, dos después de arrancar las del quinto día, los siete hombres y cinco mujeres que han compuesto el jurado en el primer proceso penal contra el otrora productor de Hollywood entregaron ayer un veredicto de culpabilidad en dos de los cinco cargos que enfrentaba en Nueva York, acto sexual criminal en primer grado y violación en tercer grado, dos condenas que unidas pueden conllevar una sentencia de hasta 29 años de cárcel. Y aunque Weinstein, de 67 años, salió absuelto en otros tres cargos, violación en primer grado y los dos más graves de agresión sexual depredadora que podían haberle supuesto pasar la vida encarcelado, fue enviado a prisión por el juez James Burke para esperar allí, entre rejas, el dictado de la sentencia, que llegará el 11 de marzo.

De nada sirvió el esfuerzo de la principal abogada de la defensa, Donna Rotunno, de intentar que se permitiera al productor esperar esa sentencia como hasta ahora, en libertad bajo fianza, o en arresto domiciliario, alegando sus problemas de salud.

CONCIENCIA / La resolución de ayer tiene implicaciones que van más allá de Weinstein. El juicio era también el primero de la era MeToo, que precisamente eclosionó con las revelaciones sobre el productor. Y en la condena se pueden leer señales de que la justicia puede haber alcanzado, como buena parte de la sociedad, una nueva conciencia sobre las agresiones sexuales. Con el «culpable» en el cargo de acto sexual criminal el jurado ha demostrado creer a Mimi Haley, una asistente de producción que contó cómo en el 2006 Weinstein le sometió a un cunnilingus contra su voluntad. Con el de violación en tercer grado también han creído parte del testimonio de Jessica Mann, una aspirante a actriz que denunció una violación en el 2013 dentro de la relación sexual consentida que mantuvo con el productor. Ambas mujeres fueron sometidas a durísimos interrogatorios por parte de la defensa de Weinstein que pusieron en duda su credibilidad y sus denuncias y las retrataron como buscavidas que mantuvieron relaciones sexuales con él para hacer avanzar sus carreras. La estrategia falló. Y el fiscal del distrito de Nueva York, Cyrus Vance, reconoció la trascendencia de que, pese a ese brutal asalto y cuestionamiento que ha denunciado, Haley y Mann fueran escuchadas y creídas por el jurado. «Espero que las víctimas vean que el sistema judicial les creerá, incluso cuando los hechos son complicados».

El fiscal jefe, que delegó en dos de sus ayudantes mujeres llevar el proceso contra Weinstein, estuvo salpicado por las sombras por haberse negado a presentar cargos contra el productor en el 2015, cuando tuvo en su mesa una denuncia de una modelo. Pero ayer hizo un acto de contrición. «Todos entendemos mejor después de este juicio lo que tienen que pasar las supervivientes. Esperamos que otras decidan dar el paso [de denunciar] y nuestra oficina estará ahí para escucharlas», dijo.

CELEBRACIÓN / La victoria de las mujeres no fue total. Después de indicar el viernes que estaban divididos sobre el testimonio de Annabella Sciorra, que denunció una violación por parte de Weinstein a finales de 1993 o principios de 1994 sobre la que se apoyaban en combinación con las acusaciones de Haley y Mann los dos cargos de agresión sexual depredadora, los miembros del jurado se inclinaron por absolver a Weinstein de esos cargos. Tampoco le consideraron culpable de la acusación más grave de Mann, que incluía la coacción violenta en su violación.

Fue, no obstante, una clara victoria, y como tal la celebraron abogados de mujeres como Gloria Allred o grupos creados a partir del estallido del escándalo de Weinstein como Time’s Up, que en un comunicado identificó el veredicto como «un poderoso mensaje al mundo de cuánto se ha avanzado». También el grupo Silence Breakers, que agrupa a víctimas de Weinstein, emitió un comunicado diciendo que «aunque es decepcionante que el resultado hoy no da la justicia total y completa que merecen tantas mujeres, Harvey Weinstein será para siempre conocido como un depredador sexual condenado». Esa misma frase la usó también a las puertas del tribunal Rotunno, la defensora de Weinstein, que calificó el día de «agridulce» y prometió apelar. Tanto con su actuación durante el juicio como con declaraciones como que ella no ha sido nunca víctima de una agresión sexual «porque nunca me pondría en esa posición», Rotunno ha sido cuestionada por muchas mujeres. Ayer aseguró que Weinstein se tomó la condena «como un hombre».