La partitura no ha cambiado pero el libreto sí, a la fuerza. Siete meses después de que un artículo de la agencia Associated Press (AP) empezara a sacar a la luz acusaciones de acoso sexual y abuso de poder contra Plácido Domingo, que las negó contundentemente y trató de enmarcarlas como malinterpretaciones de «cumplidos e incluso gestos de galantería» bajo estándares «culturales» de otra época, el cantante español finalmente ha reconocido sus conductas inapropiadas y se ha disculpado, justo después de que el jurado declarase a Harvey Weinstein culpable de violación y acto sexual criminal.

Lo ha hecho, eso sí, solo una vez que se ha sabido que una investigación independiente puesta en marcha por el Sindicato Americano de Artistas Musicales (AGMA por sus siglas en inglés) ha llegado a la conclusión de que las acusaciones son creíbles. Durante esa investigación y al ser personalmente interrogado, según AP, Domingo seguía negando haber hecho nada inapropiado.

55 personas han hablado entre septiembre y diciembre con los abogados que contrató el sindicato, que tras el segundo artículo de denuncia de AP y pese a la apertura de una investigación en la Ópera de Los Ángeles (aún abierta) se mostró temeroso de que la propia industria no fuera a ser exhaustiva en su examen interno de las conductas de Domingo. 27 de esas personas han asegurado que sufrieron o fueron testigos de comportamientos de carga sexual del tenor, ahora de 79 años, mientras estaba al frente de la Ópera de Los Ángeles, de la que dimitió en octubre, y de la de Washington DC.

Eran «actividades inapropiadas que iban desde el flirteo hasta insinuaciones sexuales, dentro y fuera del lugar de trabajo». Y AP, que también ha dado ahora la exclusiva de las conclusiones de la investigación, habla de tocamientos físicos no solicitados que iban de besos en la boca a manoseos, llamadas a altas horas de la noche en que pedía a las mujeres que fueran a su casa e invitaciones para socializar con él con tanta persistencia que algunas sentían que estaban siendo acosadas.

El lunes pasado Domingo envió a AP un comunicado que también ayer facilitó a otros medios. En el texto asegura que ha «tomado tiempo los últimos meses para reflexionar» sobre las acusaciones y dice: «Respeto que esas mujeres se sintieran finalmente cómodas para hablar públicamente y quiero que sepan que siento verdaderamente el dolor que les he causado. Acepto total responsabilidad por mis acciones». Y afirma haber «crecido en esta experiencia».

NEGOCIACIÓN / El terremoto que ha forzado a Plácido Domingo a reconocer las acusaciones en su contra podría no haberse producido de no ser por las filtraciones a la prensa. Según publicó ayer The New York Times, el Sindicato Americano de Artistas Musicales (AGMA por sus siglas en inglés), que encargó el informe independiente que ha ratificado la credibilidad de las acusaciones, estaba negociando limitar sus declaraciones públicas sobre esas conclusiones a cambio de que el cantante le pagara 500.000 dólares.

El acuerdo se ha ido al traste, según el Times, después de que la agencia Associated Press publicara la información en la que diversas fuentes anónimas explican con detalle el resultado de las pesquisas, de las que el sindicato que representa a cantantes, coristas, bailarines y empleados de producción ayer solo dio información en líneas generales.

La negociación con el tenor ya ha empezado a recibir duras críticas. Debra Katz, abogada de dos de las mujeres que se han identificado públicamente para denunciar a Domingo, ha cuestionado la negociación. «¿Qué sacan las mujeres de eso?»