Las muestras de dolor por la muerte del cantante Àlex Casademunt ((Vilasar de Mar, Barcelona; 30 de junio de 1981) no dejan de repetirse. A través de sus canales en las redes sociales, el programa Operación Triunfo, donde el artista se dio a conocer, también se ha sumado a las condolencias.

Y lo ha hecho recordando el primer casting de Àlex, que fue el primero que organizó el concurso en la ciudad de Barcelona.

Un joven e inquieto Àlex de 20 años, con el número 159 en el pecho, se acerca al micro para entonar a capela la canción ‘Un mundo ideal’, del filme de animación Aladdin, en una interpretación llena de intención y confianza. “Me encuentro un poco nervioso y tengo mucha hambre, cuando iba a entrar me he dejado el bocata fuera y ahora tengo muchas ganas de salir y comérmelo”, declaraba después un divertido Àlex a la televisión del ‘talent’.

También Noemi Galera, la directora de castings del programa, ha querido recordar ese especial momento. "Te presentaste al casting con tu tatuaje en el cuello, tu desparpajo, tu sonrisa pícara y nos enamoraste. Así te quiero recordar, Àlex. Lleva tu alegría allí donde vayas, aquí la echaremos mucho de menos", ha escrito en su particular homenaje.

"Seguiremos adelante"

Tras esa primera selección, Àlex afrontó una segunda prueba que resultaría la definitiva. “Mi nombre es Àlex y vengo de Barcelona que es donde he hechos el casting y voy a cantar ‘Corazón partido’", anunciaba con el 159 de nuevo colgado de su pecho junto a su nombre.

“La verdad que lo mejor de este día aparte de toda la música que corre por aquí y el ambiente es la gente que hay la gente que compone este equipo, este gran equipo que somos que son fantásticos. Ganas de aprender, ganas de estar ahí dentro, ganas de intentar mejorar y lo más importante cantar que es para lo que estamos aquí”, confesaba el aspirante en una distendida charla con los responsables del concurso.

“¿Y si esto no funciona?”-le preguntan finalmente- “Que le vamos hacer, la vida sigue, el sol vuelve a salir. Seguiremos adelante”, aseguraba un sonriente Àlex.