Mariló Montero ha ganado la batalla legal que emprendió contra Diego Arrabal y Gustavo González. Los paparazzis deberán indemnizar a la presentadora y a una amiga de ella con 340.000 euros por haberlas fotografiado sin su consentimiento y realizar insinuaciones sobre dichas imágenes. El diario 'El Confidencial' , que ha tenido acceso a la sentencia, explica que esta es la mayor condena de este tipo en la historia de la justicia española.

Los se remontan entre diciembre de 2014 y enero de 2015. Gustavo González y Diego Arrabal, que compaginan su labor de tertulianos en 'Sálvame' y 'Viva la vida' respectivamente con su actividad en una empresa de fotografía (Código Press), hicieron un seguimiento a la presentadora cuando se encontraba con su familia en las Islas Maldivas.

Tras localizar a la periodista, "comenzaron a seguirla continuamente a escondidas y llegaron a captar, sin el conocimiento y consentimiento suyo, imágenes suyas en bikini y la de sus hijos en la cubierta del barco".

Poco después, Montero se desplazó a Bora-Bora con una amiga. Al aterrizar en España le hicieron saber que le habían fotografiado sin la parte superior del bikini. Las imágenes no vieron la luz dado que la presentadora consiguió que un juez paralizara de forma cautelar su publicación. No obstante, "la agencia demandada hizo declaraciones a distintas revistas en las que no solo describían dichas fotografías, algo que casi las igualaba a su publicación; sino que se hacían insinuaciones sobre la condición sexual".

Gustavo González y Diego Arrabal expusieron en su defensa que habían fotografiado a la periodista en lugares públicos y que Montero es un rostro conocido. Sin embargo, el juez rechazó sus argumentos: "Partiendo de la base de que la señora Montero es una reputada periodista, con relevancia pública, y que por ello sus derechos pudieron verse en cierto modo limitados, lo que en absoluto debe soportar es una persecución sobre su persona destinada a la captación de su imagen en momentos de su estricta esfera privada, carentes del más mínimo interés público, para comercializar con su imagen, que es lo que ha hecho en el caso enjuiciado la mercantil demandada. De ahí que entendemos (...) que se han vulnerado su honor, su intimidad y su propia imagen. Así lo ha entendido igualmente el Ministerio Fiscal".

Aunque el juez ha dado la razón a Montero, la sentencia no es firme y puede ser recurrida. De ser la multa definitiva, ambos deberán pagar 265.000 euros a Mariló Montero y 75.000 a su amiga.