El 20% de los casos de golpes de calor en perros son diagnosticados como muy graves, lo que supone un serio riesgo para la vida de estos animales. Además, es común atender a perros con heridas y quemaduras en las almohadillas de las patas por haber estado en contacto excesivo con el asfalto en las horas puntas de calor.

Las altas temperaturas son uno de los principales motivos de urgencia en las clínicas veterinarias en temporada estival. Las insolaciones en perros, más sensibles al calor que los humanos, representan un gran porcentaje de los casos que las clínicas y hospitales veterinarios tratan en los meses de verano.

Las razas braquicéfalas, es decir, de morro chato, como los bulldogs, el pequinés o el bóxer, son más sensibles a estas afecciones por sus dificultades respiratorias propias; pero los perros de cualquier raza tienen el riesgo de sufrir golpes de calor.

Aunque desde el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Murcia aseguran que cada vez los dueños están más concienciados sobre los riesgos del calor, y los perros reciben un mejor cuidado por parte de sus propietarios, todos los veranos se suceden casos de perros que llegan a las clínicas deshidratados y con claros síntomas de insolación. "La principal causa de los golpes de calor en animales es por excesos de ejercicio físico a temperaturas muy altas", explica Santiago Pujante, veterinario del Servicio de Urgencias del Hospital Veterinario de la UMU, "pero también pueden ocurrir por descuidos de los dueños, como dejar al animal dentro de un coche sin ventilación o en una terraza al sol mucho tiempo".

Cómo prevenir y evitar los golpes de calor en los perros

Son varios los factores que pueden influir en los golpes de calor en perros, como la raza, la edad o haber padecido afecciones respiratorias previas, pero aquí van unos buenos consejos para reducir el riesgo de insolación de nuestras mascotas, proporcionados por el Hospital Veterinario de la UMU. Se recomienda aumentar su acceso al agua, colocando más puntos para beber en el domicilio. También se aconseja proporcionar un ambiente fresco y ventilado en el hogar, así como llevar un recipiente con agua a la hora de ir de paseo o rociar al can con un spray con agua si las temperaturas son muy elevadas. Otro de los consejos más sensatos es evitar el ejercicio intenso en horas de mayor temperatura y no realizar viajes largos en coche sin la ventilación adecuada. Cambiar la hora de paseo, bien temprano por la mañana o a última hora del día, es lo más prudente para evitar cualquier problema relacionado con el calor pero, si nuestro horario no nos lo permite, también es beneficioso cambiar la localización de los paseos a zonas verdes, con agua, ríos o sombras, y reducir el tiempo de paseo, disminuyendo así la exposición a las altas temperaturas. Por supuesto, es fundamental no dejar nunca solo al animal en una habitación al sol, como una terraza o un patio, o en un coche cerrado.

Los perros son muy sensibles a la hipertermia, por lo que una subida de temperatura puede ser peligrosa si no se detecta a tiempo. Entre los síntomas más comunes que pueden indicar una insolación se encuentran un jadeo excesivo, incluso después de haber descansado, incoordinación del animal, desmayo, temperatura corporal muy alta y, entre los síntomas más graves, vómitos y diarrea, que pueden indicar fallos en órganos internos e ir acompañados de convulsiones.

La celeridad con la que se actúa en los golpes de calor es un factor decisivo para la supervivencia del perro

La celeridad con la que se actúa en estos casos más graves es un factor decisivo para la supervivencia del animal. "Se puede refrescar al animal rociándolo con agua tibia en barriga, cabeza y patas, pero si vemos síntomas graves se recomienda avisar a un centro veterinario cercano e ir lo más pronto posible", explica Mari Carmen Flores, vicepresidenta de la Asociación Murciana de Veterinarios.

En verano también se concentra el grueso de perros que acuden a clínicas con las almohadillas quemadas por el contacto del asfalto que, en ocasiones, llega a superar los 60 grados. "Es bastante común, sobre todo en animales jóvenes que todavía no tienen las almohadas de las patas muy duras o que han caminado demasiado tiempo sobre el asfalto", expone Santiago Pujante, del Hospital Clínico Veterinario, y comparte la técnica de los cinco segundos para evitar las quemaduras en las extremidades de los canes: "Se dice que si pones la mano en el asfalto durante cinco segundos y te quema, no deberías sacar al perro por asfalto porque corre el riesgo de quemarse, aunque lo más aconsejable es, durante el verano, evitar directamente las horas más calurosas para realizar los paseos".

Estas afecciones no son tan peligrosas como los golpes de calor, puesto que no pueden ocasionar problemas a nivel orgánico interno, pero sí son muy dolorosas para los perros y pueden complicarse y acabar infectadas.

Las clínicas veterinarias tratan estas quemaduras con curas, lociones y unos calcetines para proteger las heridas y asegurar una correcta cicatrización, que puede tardar algo más de una semana dependiendo de la gravedad.