Seguramente el sexo anal es uno de los actos sexuales en los que existe más tabú y mayor desinformación. Su práctica puede ser extremadamente satisfactoria, tanto para hombres como para mujeres y podremos, de este modo, descubrir un mundo de nuevas (e intensas) sensaciones. Esto se debe en gran parte a que en esa zona existen cientos de terminaciones nerviosas e incluso en el caso de los hombres, y dada su fisiología, podremos estimular zonas que, de otro modo, serían inaccesibles.

Pero para lograr esto debemos seguir una serie de consejos que garantizarán que esas primeras relaciones por via anal sean placenteras.

1.  Explora tu cuerpo

Antes de lanzarte con tu primera relación de sexo anal es mejor que uno mismo se autoexplore su cuerpo. Empieza a tocar la zona anal con caricias, masajes, introduciendo los dedos o que alguien te practique el anilingus. Es muy importante conocerse uno mismo antes de interaccionar con otra persona.

2.  Hazlo con alguien de confianza

Es muy recomendable hacerlo por primera vez con alguien de confianza, alguien a quien le puedas decir lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que te satisface más y lo que te satisface menos.

3. Relájate

Es normal que sientas nervios si es la primera o una de las primeras veces, así que se recomienda crear un ambiente relajante y empezar con juegos de caricias o besos excitantes que hagan perder la timidez, los nervios y calentar el ambiente, además esto también ayudará a aumentar el deseo y dilatar la zona anal.

 4. La importancia del lubricante

Dado que el ano y la zona final del recto no se lubrica por sí misma, como sí hace la vagina, necesitamos mucho lubricante para practicarlo, sin mencionar los juegos previos y una buena predisposición. Está claro que la pornografia y las peliculas eróticas nos han generado unas expectativas que no se corresponden con la realidad. En ellas se nos puede hacer creer que el sexo anal puede suceder de forma natural y sin ayudas, pero en realidad, no es así.

Debemos tener presente que en cualquier relación anal deberemos usar o bien una gran cantidad de lubricante anal, o uno que sea especialmente duradero que no pierda sus propiedades de manera rápida. Especialmente interesante es tener en cuenta que a grandes rasgos contamos con dos grandes grupos de lubricantes: aquellos que tienen una base de agua (o aceite) y otras opciones con base de silicona. Ahí va nuestro consejo: si quieres asegurarte de tener una lubricación óptima y duradera decántate por uno de base de silicona, si por el contrario tienes la piel sensible, o alergias, mejor elige uno de tipo natural con base de agua o aceite.

5.  Prueba juguetes anales

Como hemos comentado, los juegos previos y la preparación es fundamental en la practica del sexo anal. Estar relajados, en un ambiente de confianza y sentirnos a gusto con nuestra pareja facilitará mucho las cosas y hará que sintamos placer, de maneras que nunca habríamos imaginado. Para ello, una de las maneras más sencillas de lograrlo, es, junto al uso de lubricantes, emplear juguetes anales, destinados específicamente para este fin. Podemos encontrar pequeños plugs, vibradores de tipo bala, de menores dimensiones, y consoladores más convencionales, de formas y texturas muy variadas. Deberemos asegurarnos de elegir aquel que creamos que se adapta a nuestras necesidades o de acuerdo con nuestra pareja. En el momento de usarlos empecemos despacio y sin olvidar el uso generoso del lubricante. Te aseguramos que las sensaciones estarán a flor de piel.

Conclusiones

A pesar de todo lo que pueda parecer, el sexo anal es una forma apasionante de redescubrir nuestro cuerpo y experimentar nuevas formas de placer. Los consejos que os hemos presentado en este artículo pueden ayudaros a garantizar que vuestra experiencia anal sea lo mejor posible.

Por último debemos siempre tener como máxima el principio de que si duele no debemos forzar la situación y que debemos escuchar a nuestra pareja. Saber cómo nos sentimos en cada momento y comunicarlo es clave para disfrutar de esta práctica.