En plena negociación de Yolanda Díaz con el sector de la alimentación para pactar una cesta de la compra sana y asequible, conocemos el dato del IPC de los alimentos que sube un 13,8% en un año, el mayor incremento desde enero de 1994. La cesta de la compra y el recibo de la luz es lo que más ha castigado a las finanzas de los hogares. La luz se ha encarecido más de un 60% en un año. Precios altos de la energía, y los alimentos que ya se trasladan al resto de la economía. La gasolina ha ayudado a que no suban más los precios, está más barata que en julio pero un 11,5% más cara que en 2021. No todo se encarece: peajes y aparcamientos, telefonía móvil y oprdenadores son los productos que más bajan respecto al año pasado.