El conflicto por el uso del castellano en las aulas catalanas se recrudece y el líder del PP habla de "apartheid lingüístico" en Cataluña. Tras la manifestación de ayer en el municipio barcelonés de Canet contra la sentencia que obliga a impartir el 25 por ciento de las clases en castellano, a raíz de la reclamación de una familia para su hijo, el líder de la oposición, de visita en Chile, apela a Pedro Sánchez como presidente y como padre. Un niño y su familia al que el entorno independentista acosa desde que se acogieran a lo que marca la ley. Un medio digital soberanista ha ido aún más allá y desvelado la identidad de la madre y el padre del escolar, al que relacionan, además, con el partido Ciudadanos que le ha mostrado todo su apoyo. Mientras, el consejero de Educación calla después del requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obligándole a ejecutar la sentencia y a proteger al menor. Hoy, desde México, la consejera de Acción Exterior se ha limitado a decir sobre este asunto, que el "conflicto" catalán solo se resolverá con más calidad democrática.