Íñigo Errejón se ha sentado hoy en el banquillo por dar supuestamente una patada a un hombre hace un año. La Fiscalía pide su absolución por falta de pruebas y por las contradicciones de los dos testigos. El denunciante se ha ratificado en su declaración, mientras Errejón ha insistido en que es falso de lo que se le acusa. Reconoce que el denunciante le pidió una foto, le dijo que no y que intentó ponerle el brazo por encima y empezó a insultarle.