El anuncio de que China permite tener a las parejas casadas un tercer hijo suena insólito. Pero su población de 1400 millones está muy envejecida y actualmente la tasa de fertilidad es muy baja, solo 1.3 hijos por mujer en 2020. Así que China da un giro inesperado a su férrea politica de natalidad que, durante décadas, tuvo consecuencias trágicas como abortos forzados y abandono de bebés. Un cambio que, muchos no ven factible dado lo que cuesta aumentar familia. Por eso el gobierno chino ha aprobado medidas de apoyo, como reducir el gasto de las familias en educación y mejorar las bajas por maternidad.