Nunca antes había estado tan fragmentado el voto en Alemania. Por muy poco, menos de un 2%,los socialdemócratas adelantan a los democristianos.  Lo que probablemente se traducirá en meses de complicadas negociaciones para formar Gobierno. 

Parece que Alemania gira a la izquierda pero, los Verdes y los liberales son la llave para abrir la puerta a la Cancillería por la que Laschet, del partido de Angela Merkel y el candidato del SPD, Olaf Scholz, lucharán hasta el final. Según Olaf muchos alemanes han votado a su partido porque "quieren un cambio y que el próximo canciller se llame Olaf Scholz". Por su parte, Laschet promete que "haremos todo lo posible por liderar el Gobierno".El candidato conservador reconoce el retroceso de su partido al lado de una Merkel visiblemente emocionada.

Porque, ha sido un batacazo histórico. También para la ultraderecha con un 10% de apoyos. Y para los postcomunistas de la izquierda ya en el umbral de la representación parlamentaria.