Llega la Reina Isabel II a la Abadía de Westminster y su hija, la princesa Ana, le acerca un bastón que la monarca coge sin reparo. Es la primera vez que Isabel II usa este tipo de apoyo en público y lo hace, apunta el palacio de Buckingham, para su comodidad. A sus 95 años y seis meses después de la muerte de su marido, la imagen de Isabel II con bastón es el primer signo de debilidad física que se detecta en la monarca británica.