El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se encuentra en el centro de un huracán mediático por la filtración de un vídeo en el que su exjefa de prensa, Allegara Stratton, reconocía el año pasado que se había celebrado una fiesta en la residencia oficial de Johnson, el 10 de Downing Street, sin medidas de seguridad. Fue el 22 de diciembre, en pleno confinamiento de Reino Unido y con miles de muertos por COVID. Aunque se ha disculpado, el primer ministro ha negado los hechos y ha anunciado una investigación interna. Stratton, por su parte, ha presentado su dimisión entre lágrimas ante la prensa.