La explosión de júbilo, también de alivio, entre los macronistas retumba en el campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel. Es el escenario elegido por el presidente francés para celebrar su reelección. Macron se queda en casa, el Elíseo, y vuelve a hacer historia porque sus dos predecesores, Nicholas Sarzkozy y François Hollande, no lograron la reelección.