Aterrizar en territorio italiano procedente de China supone desde hace más de una semana someterse a pruebas obligatorias de Covid. El país transalpino fue el primero en tomar medidas ante lo que muchos consideran un paso atrás en el control de la pandemia en China. España, Francia y fuera de la UE, el Reino Unido, también realizan controles desde hace días. Para coordinar esta política preventiva la Unión Europea las recomienda desde hoy en todos los Estados miembros.

A los pasajeros les toca presentar PCR negativas realizadas 48 horas antes, hay control de aguas residuales de los aviones y test aleatorios a la llegada para secuenciar en laboratorio los resultados positivos.

Medidas que no ven con buenos ojos las aerolíneas. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, ya existen otras herramientas eficaces para gestionar la pandemia en los aviones. Este miércoles volverán a reunirse los expertos de la Comisión, pero los Veintisiete se blindan al menos por una semana, hasta que a mediados de enero los Estados miembros vuelvan a evaluar la situación. En las últimas horas Alemania, Bélgica y Luxemburgo han dado un paso más: desaconsejan los viajes al país asiáticos que no sean indispensables.