En un país como Qatar el césped de los estadios para el mundial de futbol es todo un desafío. Una élite de jardineros especialistas preparan con mimo 8 campos de juego y 136 más de entrenamiento para la celebración del gran evento el próximo noviembre. La claves en un país con clima desértico son el agua desalinizada y la refrigeración continua. Todos los esfuerzos se centran en simular una temperatura constante de unos 40 grados centígrados como corresponde a la media otoñal. Con ese fin, cada campo requiere 10 mil litros de agua diaria desalinizada en invierno. En Verano supera los 50 mil. De momento está funcionando, pero por si acaso, a pocos kilómetros al norte de Doha, cultivan grandes extensiones de césped por si hubiera que trasportarlo en caso de emergencia.