La vacuna contra la malaria ya es una realidad. La comunidad científica llevaba más de 100 años de búsqueda, de aciertos y errores. Pero ahora, ha conseguido la buena. Que la Organización Mundial de la Salud haya aprobado por primera vez una vacuna contra la malaria es un paso de gigante para quebrar una enfermedad, cruel y despiadada, que deja más de 400 mil muertos cada año, casi el 70% de ellos niños. En el África Subsahariana es donde con más ansia esperan la inmunidad porque este remedio lleva 30 años cocinándose. Su eficacia es del 40%, poco si la comparamos con los porcentajes de la inmunidad de las vacunas del covid, pero muchísimo para un continente donde el paludismo provoca que la esperanza de vida para los niños baje dolorosamente. Se administrará a bebés a partir de cinco meses para inocularles un futuro que hasta ahora no tenían.