El miedo a los contagios pone en peligro las cenas de Navidad. Aunque hay quienes creen que no habrá problema. Muchos restaurantes ya están sufriendo cancelaciones de última hora. Con la incidencia en aumento, muchos están dando marcha atrás. Y los hosteleros intentan salvar una Navidad que parecía salvada. Y es que con la COVID-19 nunca se sabe, porque la pandemia hace y deshace a su antojo nuestras costumbres y nuestra vida.