La reina Letizia abraza a algunas mujeres tras conversar con ellas. Muestra mucho interés en lo que le cuentan y sonríe en ocasiones. La siguiente parada será el barranco de Chiva, un lugar por el que pasaron millones de litros de agua el día de la catástrofe y que quedó completamente destruido por la fuerza de la riada.
