La madre de las niñas espera noticias de la investigación en su casa, en El Rosario (Santa Cruz de Tenerife). Esta otra finca fue la última casa donde vivió la familia hasta la separación este verano. Donde vivía ahora el padre. El martes por la tarde horas antes de las desapariciones, los vecinos le vieron aquí con las niñas. Todo parecía normal. Una familia acomodada y sin nada anormal, hasta el pasado diciembre. Ella alertó de amenazas verbales por parte de él. Pero no puso denuncia. La Guardia Civil siguió una investigación de oficio. Pero en marzo ella dijo a los agentes que todo estaba bien, que no quería poner denuncia. Ella había rehecho su vida hace unos meses, algo que a él no le gustó, según fuentes del entorno de la familia. Tomás, el padre, no tiene ningún antecedente penal.