Tras 14 años, la Guardia Civil trata ahora de recabar más pruebas sobre el caso. Se centra en él, hasta ahora, único sospechoso: Antonio Ojeda, alias "El Rubio". El juez ha reabierto diligencias por petición de la familia, que ha aportado nuevos indicios. "Estamos muy contentos la familia", aseguraba en un vídeo colgado en sus redes, Ithaisa Suárez, madre del pequeño. "El Rubio" cumplía condena por abusos a otro menor, cuando le comentó a su compañero de celda que Yéremi "se puso azul". El menor sufría cianosis, enfermedad por falta de oxígeno en sangre, que tiñe la piel de azul bajo situaciones de estrés. Esto solo lo sabían los familiares más cercanos. Además, él mismo se sitúa en el lugar y hora de los hechos. La familia confía en que esta vez se resuelva el caso.

"Sobre todo para poder recuperar lo que queda de mi hijo. Quisiera encontrarlo", pide la madre. Tenía siete años. El 10 de marzo de 2007, jugaba en un descampado cerca de su casa cuando desapareció. "El Rubio" tenía un coche blanco, como el que señalaron los testigos. Algunos presos aseguran que alardeaba de saber qué le había pasado al pequeño. Fue detenido en 2016, pero, en 2017, el caso fue archivado por falta de pruebas. La madre ha mostrado en redes su único deseo: encontrar los restos de su hijo. "Si el niño ya no está vivo, que es lo más probable, le ruego que nos entregue lo que haya para poder darle sepultura. Lo necesitamos". Ojeda ahora está en libertad. Cumplió 5 años por abuso sexual a un menor, del mismo barrio que Yéremi.