Mandar a alguien ¡a la porra! siempre ha tenido un tono peyorativo y en ocasiones ha sido sustitutivo de un taco de mayor calado. Sin embargo, participar en una porra, ya sabemos todos que es como una especie de lotería, de rifa, de apuesta, de sorteo y generalmente hecho en todo festivo, amistoso y amable. Pues bien, ahora, el Casal Jaume I, no nos ha mandado a todos a la porra, sino que nos invita a todos a tomar parte en una porra, tradicional, pero llena de originalidad. Se trata de una porra electoral.

De cara a las elecciones, a todas, es normal que entre contertulios de café, compañeros de trabajo, amigos, etcétera, se comenten y se aventuren cuales serán los resultados de la voluntad popular. Esto es, quién ganará, o cuántos concejales, diputados o senadores conseguirá cada una de las formaciones que se presenten. Esto mismo, pero previo pase por caja, pagar la correspondiente participación en la porra y dejar constancia escrita del vaticinio de cada quien, es lo que ha organizado el Casal Jaume I.

La idea está cargada de simpatía y de buen humor y es de esperar que la acompañe el éxito. Claro que algunos puristas ya han puesto el grito en el cielo afirmando que esto es tomarse a broma algo tan serio como unas elecciones. Las elecciones son algo muy serio e importante y todos, incluido el Casal Jaume I las consideramos así. Pero trasladar los sentimientos de la calle a un algo organizado, como puede ser una porra, tiene un halo de simpatía y ese deseo de ganar el dinero de la porra, corre parejo a que quienes salgan elegidos aporten a la vida local el seny necesario, el buen hacer y el buen gobernar.