1Es probable que la causante de la mordedura al niño de Morella haya sido la víbora hocicuda. Este tipo de serpiente es reconocible por su notable protuberancia sobre el hocico, mayor que en las restantes víboras. Es un ofidio que alcanza los 75 centímetros en los ejemplares adultos, con cola corta y gruesa. Púpila vertical y cabeza triángular. El dibujo del dorso, muy contrastado, oscuro sobre fondo gris claro, se asemeja a una cadeneta o zigzag.

2Su hábitat son las laderas secas, soleadas, de mucha mata, llanuras con poca vegetación sembradas de piedras, con zarzal espinoso y tierras de labranza abandonadas. Es la serpiente más común en el área mediterránea. Se alimenta de mamíferos pequeños y alguna vez de lagartos.

3Vive sobre todo en tierra, pero trepa con presteza arbustos y árboles. Activa por lo común de día, aunque si hay mucho calor se esconde para activarse al anochecer. Inverna de octubre a marzo y se aparea en mayo/junio. La hembra pone los huevos en septiembre.

4Cuando se intenta molestarla, la víbora hocicuda emite bufidos y silbidos.

5El veneno de la víbora hocicuda puede provocar intoxicaciones muy serias, pero rara vez produce la muerte. En muchas ocasiones la mordedura de esta clase de serpiente lo que provoca es una reacción anafiláctica, es decir, provoca una alergia.

6Otras especies similares son la áspid, europea y Seoane, con un hocico más levantado, aunque apenas tiene presencia en nuestras tierras.

7El doctor López Cerezuelo apunta también que, a lo mejor, la serpiente que mordió al niño puede tratarse de una culebra viperina. De un tamaño medio y con un gran contraste cromático, con cabeza bien diferenciada del cuello y cuerpo relativamente grueso. El color de fondo puede ser amarillento, amarillo naranja, parduzco o gris oliva.

8Se le puede confundir perfectamente con una víbora aunque, como explica el doctor López Cerezuelo, la culebra viperina no tiene veneno, por lo que no causaría el ingreso del niño en la UCI.