La periodicidad de esta columna obliga a veces a anticipar o atrasar el comentario sobre algún hecho concreto. Es el caso de hoy. El próximo lunes es la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Para el pueblo es simplemente La Purísima.

Y justamente ese día una bellísima imagen de María cumple medio siglo. Es la imagen de la Purísima de la Congregación de Luises. Una imagen bellísima que preside la capilla de la propia congregación y que todos hemos podido ver en el templete instalado en la iglesia arciprestal con motivo de su fiesta anual.

La imagen de la Purísima, en nuestra ciudad tiene varias manifestaciones plásticas. La más conocida es la que es propiedad de la Congregación de Hijas de María Inmaculada, Purisimeras.

La nuestra la de los Luises, no es tan conocida, pero para cuantos a lo largo del tiempo hemos militado en las filas de las congregación, es la que más estimamos y más cara es a nuestros sentimientos.

Hace ahora 50 años, la imagen se expuso en el salón de actos de la casa social de la congregación, entonces en la calle mayor San Jaime, y propios y extraños, nos quedamos gratísimamente admirados de la maravillosa obra que había salido de las manos del genial José Ortells.

De una imagen de las llamadas de vestir, o sea, con ropas, peluca o joyas, puede que sea más fácil apreciar su gran atractivo y su belleza.

Pero conseguir, como lo hizo Ortells, que de una imagen enteramente de talla, sin adornos y en seco, dicho sea con todos los respetos, emane cuanto todos conocemos de nuestra Purísima, es admirable. Mañana domingo, celebraremos todos las bodas de oro de la nostra Puríssima.