Los árboles que se recojan pasarán unos meses en el invernadero del colegio hasta que se estabilice su situación. Los que sobrevivan serán replantados en lugares como el Termet o bien destinados a viveristas que los puedan vender. El centro de La Panderola no espera recibir ninguna cuantía económica por estos árboles, pero sí realizar una especie de intercambio en el que los viveristas les proporcionen semillas.