La oposición se quedó sola en el segundo pleno de la jornada, que se convocó para debatir el estado de la ciudad. El PP no quiso entrar en el debate, aunque respondió a cuestiones puntuales.

Manuel Vilanova (PP) dijo que "no es el foro adecuado ni el momento, porque ser época de elecciones". Señaló que están dispuestos a debatir temas puntuales, pero no generales.

José Benlloch (PSOE) hizo un análisis exhaustivo de la situación en que, en opinión de su grupo, está la ciudad. Criticó el recorte de inversiones y la subida de impuestos y dijo que Vila-real sufre una fuga de empresas.

Álvaro Escorihuela (EU) dijo que este tipo de debates son necesarios y reclamó al alcalde la convocatoria de reuniones periódicas de la junta de portavoces.

Mª G. Molés (Bloc) señaló que "la gran problemática de Vila-real" es que no existe un proyecto de ciudad definido, circunstancia que reivindican desde el año 1991.