La fachada original del tan llevado y traído almacén de Cabrera tiene las horas contadas. Operarios de la empresa concesionaria del proyecto de retranqueo del edificio, Hermanos Ventura de La Vall d´Uixó, iniciaron ayer el laborioso trabajo manual de derribo del muro lateral y de la propia fachada.

Sin embargo, no es hasta hoy cuando, según indicó el personal de la empresa, se llevará a cabo el grueso del derribo, para lo que ya se usará maquinaria.

La arquitecto y jefe técnico de la obra, Inma Cuenca, avanzó que el derribo ha de llevarse a cabo en dos fases. Una primera, en que se elimina manualmente la parte más alta de los muros y una segunda en que las máquinas sustituyen a las manos de los operarios.

De esta forma, los vecinos de Vila-real dejarán de ver la fachada modernista original, aunque la nueva pared frontal reproduce con todo lujo de detalles cada uno de los elementos decorativos auténticos.

Pero el retranqueo del almacén de Cabrera, que quedará completamente cerrado en unas semanas después que se limpie de escombros y se asfalte la zona que quedará como calle, no significa que la avenida de Francia deje de tener obstáculos para ofrecer una alineación totalmente recta.

A juzgar por las declaraciones del concejal de Urbanismo, Juan Serrano, la alineación es cuestión de años, ya que indicó que espera que ello sea una realidad antes del final de la presente legislatura.

Los convenios con los propietarios de las dos naves anexas están a punto de firmarse, a falta de repasar algunos detalles. Y, según el edil Serrano, los contactos con los propietarios del tercer inmueble ya han comenzado, con el objeto de llegar pronto a un cuerdo y dejar completamente recta la avenida.