Mañana 13 de junio la casualidad ha hecho que coincidan en el calendario una fiesta muy importante, cual es la del Corpus Christi, y otra que tiene también su importancia y que es la celebración de San Antonio de Padua.

Corpus Christi es la fecha suprema y sublime en la que, tras el Jueves Santo exaltamos, bendecimos y adoramos el cuerpo y la sangre de Cristo. Una fiesta del pan consagrado, que es pan de vida.

San Antonio es quizá el santo más universal y todos hemos visto en los templos más alejados y de otros países el cepillo con la inscripción del pan de San Antonio, o pan de los pobres. Al santo de Padua, patrón de la caridad, le asociamos todos con el pan tan necesario para la vida. Dos panes, el divino y el humano. El de la salvación del alma y el de la salvación del cuerpo.

La Iglesia está de fiesta y esa Juventud Antoniana que felizmente está al servicio de Villarreal compartirá su gozo cristiano y antoniano. Dos fiestas supremas de la vida del espíritu y de la humana.