La lucha contra la ceratitis capitata, más conocida entre los agricultores de la zona como mosca de la fruta, se repite cada verano con la llegada del calor. La campaña más fuerte para combatirla, en este sentido, se realiza durante todo el mes de agosto. Los agricultores disponen ya de sus trampas y, a partir de ahora, las medidas de prevención se centran en la renovación de la dosis de la sustancia atrayente y también de la insecticida.

Pese a que la ceratitis es uno de los principales enemigos que pueden dañar seriamente a los cítricos valencianos, el edil de Agricultura de Vila-real, Ramón Tomás, ha destacado la importancia que tiene el hecho de extender el trampeo a otro tipo de árboles frutales para combatirla con mayor eficacia. Tomás explica que, por ello, "las trampas en los frutales ya las se instalaron durante el pasado mes de julio". Además, asegura que "esta medida ayuda a tener más controlada la población de la temida mosca". Con esta actuación, esta clase de insectos se puede combatir en puntos diseminados del término.

Tomás recuerda que, en cuanto a cítricos, "la experiencia más importante de este tipo es la de la partida Solaes", que este año se realiza por tercera vez consecutiva. El proyecto del 2004 se centra en una extensión total de 840 hanegadas, en cada una de las cuales se instalan de cuatro a cinco trampas.

Esta laboriosa tarea es llevada a cabo por el personal especializado del Ayuntamiento de la localidad con la ayuda de las cooperativas colaboradoras.